Equipo

Todo el equipo estaba centralizado en Dublín, Irlanda, lo que facilitaba la coordinación y la comunicación interna. A pesar de trabajar en un solo lugar, cada miembro del equipo tenía responsabilidades claras y autónomas dentro de los desarrollos.

Enfoque

El trabajo no se regía por metodologías ágiles, sino por objetivos específicos, priorizando una comprensión profunda de las necesidades del cliente. Un aspecto clave del enfoque era la dedicación de una parte significativa de tiempo a sopesar y organizar una arquitectura sólida antes de iniciar el desarrollo. Las reuniones con los clientes permitían captar sus demandas particulares, y a partir de ahí se evaluaban y seleccionaban las tecnologías más adecuadas. El objetivo era diseñar una arquitectura que no solo se adaptara a los requerimientos inmediatos, sino que también fuera escalable y sostenible a largo plazo.

Entrega

Cada proyecto era asignado de manera individual a un empleado, quien asumía la responsabilidad total del desarrollo. A lo largo del proceso, se realizaban revisiones periódicas para asegurar que no hubiera desviaciones entre los objetivos iniciales y la solución final.